Las facturas con consumo estimado siempre se regularizan con la siguiente factura emitida que refleje la lectura real del contador.
Ilustramos dos situaciones que, como cliente de Endesa, podrían presentarse:
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Te hemos facturado un importe menor a tu consumo real.
En junio recibes una factura con lectura estimada y con un consumo de 100 kWh.
Al mes siguiente, julio, te llega una factura con lectura real con un consumo de 300 kWh que corresponde al consumo real de los meses de junio y julio.
Como en la factura de junio se facturó por un consumo de 100kWh, en la factura de julio tendrás que pagar la diferencia, es decir, por los 200 kWh aún no facturados.
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Te hemos facturado un importe mayor a tu consumo real.
En junio te llega una factura con lectura estimada y con un consumo de 300 kWh.
Al mes siguiente, te llega una factura con lectura real con un consumo de 200 kWh que corresponde al consumo real de los meses de junio y julio.
Como en la factura de junio se facturó por un consumo estimado de 300 kWh, en la factura de julio se hará un abono por la diferencia, es decir, los 100 kWh no consumidos.